Especial Confinamiento | 2 Consejos prácticos para que tus hijos estén tranquilos estos días en casa

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En situaciones extraordinarias, todo se mueve, todo cambia, y sería muy iluso pensar que los niños/as, por ser niños no sienten cosas. Desde luego que ellos y ellas, desde su visión del mundo, están viviendo el confinamiento, las restricciones, las separaciones. Y sí, aunque es verdad que esta visión de los nenes es mucho más clara y optimista que la que podemos tener los adultos, de todas maneras puede que, a día de hoy, ya comiencen a surgir preocupaciones o miedos.

Así que estuve pensando en algunos consejos prácticos para que tus hijos estén tranquilos estos días en casa

Consejo 1: historias, historias, historias

Lo primero que podemos hacer para ayudarles es acoger estas preocupaciones desde la sinceridad, desde tu sinceridad absoluta y para ello tendrás que poner de tu parte, sí.
¿Cómo? Recordando, y contando… te diré mil veces y a voz en grito que las historias, cuando son contadas (no leídas) llegan a los rincones más insospechados, aportando ese valor educativo que perdura por años.
Así que te propongo que pienses en una situación que hayas tenido en tu vida (ojalá que sea de cuando eras pequeño/a) y se la cuentes a tu hijo/a. Algo tuyo, quizás de cómo saliste de esta situación, de cómo tus padres, abuelos resolvieron un problema, como familia, y salísteis adelante… Si te animas a hacerlo…

  • Cuenta tu historia, habla desde el corazón y adapta la historia a la edad del niño/a.
  • Usa la voz y los gestos para “adornar” lo que explicas. Por ejemplo baja la voz, súbela de repente.
  • Moraleja. Busca y dale claramente al niño/a el aprendizaje que tu obtuviste y deja que (como ocurre en las historias) amablemente él/ella, aprenda y acomode a su aire los aprendizajes de lo que ha escuchado.

Seguro que con lo que te he dicho, has podido entender que este ejercicio es favorable en una doble dirección (para él/ella y para ti). Así que tómate el tiempo para recordar y sentir qué aprendiste tú de aquella situación difícil, en aquel momento de tú vida, ya que al trasladarla a tu hijo/a, hablarás desde la sinceridad y por supuesto hablarás desde la evidencia de que a pesar de esta situación difícil que viviste o vivió tu familia, estás aquí y ahora, y eres un “papá o una mamá”

Consejo 2: El ritual de dormir y las 5 muñequitas quitapenas

La hora de ir a dormir, es un momento “sagrado” para muchos niños/as. Es el momento de recogimiento y tranquilidad. Este momento tendría que comenzar 2 horas antes de meterse en la cama, controlando las pantallas, bajando la luz, en general bajando el “tono” para disponerse a dormir, y también este momento es dónde pasan las ideas, las buenas y las malas por la cabeza, lo que se ha visto, escuchado… en sí, lo que se ha vivido en el día. Por lo tanto y dada la situación (confinamiento, bombardeo de noticias,…) es natural que el momento de ir a dormir se haya complicado en algunas familias.

  • Si son pequeños (de 2 a 6 años), algo que puedes decirle con certeza, es que “mañana al abrir los ojos” papá o mamá estarán allí, es decir no se irán a ninguna parte. Y si fuera el caso (porque hay que salir de compras o a trabajar), anticipar al niño/a la situación. Recuerda que la información ajustada y apropiada reduce la ansiedad.
  • Las pesadillas pueden aparecer de repente, y quizás ante situaciones de estrés hacerse recurrentes. Lo primero que te digo es ¡calma!. Piensa en los “malos sueños” o pesadillas como si fuera el aire que deja escapar poco, a poco una olla a presión. En el fondo es beneficioso pero de todas maneras te propongo rescatar de la sabiduría popular guatemalteca un ejercicio, las “muñecas quitapenas”. ¡Es algo tan sencillo y tan mágico a la vez!
    Se trata de tener 5 muñequitos iguales. Los puedes hacer con cartón, papel y un poco de tela o coger 5 muñequitos que tengas por casa y meterlos en una bolsa. Lo interesante es que, en el momento de ir a dormir, y si el nene/a manifiesta alguna preocupación, sacarás una muñequita de la bolsa y le explicaréis “la pena”. Una vez hecho esto, poned la muñequita debajo de la almohada. Durante la noche, ella se encargará de llevarse esa pena/ preocupación a otro lugar.
Nosotros utilizamos estas tortuguitas que teníamos en casa

Si son mayores, puedes buscar papel o una libreta que sea para este fin. Escribid en una hoja la preocupación y ponedla en una ventana, así la brisa de la noche podrá llevarse la preocupación a volar.

A mí me encanta, porque muy sabiamente, son formas de elaboración de lo que al niño/a le preocupa, y lo pone fuera, ya no lo tiene en su cabeza dando vueltas como si fuera un carrusel.

Y por supuesto para que esto ocurra, ha de haber un acompañamiento familiar. Recuerda que, aunque te parezca raro lo que te propongo (porque puede que lo mires desde tu perspectiva de adulto/a), lo importante de todas estas estrategias es que tú, desde tu personalidad, puedas entrar y entender que los niños y niñas ven y entienden el mundo de manera diferente. Así que te animo a que te arriesgues y te dejes sorprender por las cosas buenas que sucedan.

Obtendrás un bonus extra, te lo garantizo. Es genial destapar la caja de la imaginación y la creatividad. Verás que si comienzas a “sintonizar con el dial” de tu hija o tu hijo, ya tendrás a tu lado a la persona más dispuesta y colaboradora del mundo… y esto, ya es la mitad del camino.

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