El desarrollo evolutivo del niño de 0 a 3 años es algo que a papás y mamás preocupa, por eso, ante la duda, consulta.
¿Te has hecho preguntas sobre tu hijo/a y su desarrollo?, ¿Sobre los aspectos psicomotores, cognitivos o emocionales?
Si te haces preguntas como: ¿Pero qué pasa que es tan callado/a?, ¿Por qué cuando le llamo por su nombre, no me responde?, ¿Por qué no para quieto/a? ¿le pasará algo?, o tienes pensamientos del tipo: “aún moja la cama”, “raras veces le he visto sonreír”…
De verdad que, como madre y psicóloga, he podido ver este tema desde ambas posturas o roles y, créeme cuando digo que te comprendo. Y también te digo que no tienes que cargar con este peso tú sola/o. Ante la duda, amiga, amigo ¡¡pregunta!! Busca ayuda profesional, no dejes que la “gota malaya” te mortifique la existencia.
Si estás así, “pre-ocupada/o” seguro que estarás un poco más lejos de poder ayudar a tu hijo/a. Por lo tanto, consulta con el especialista que corresponda (pediatra, psicólogo, psicopedagogo/a, logopeda).
Posiblemente después de una evaluación recibas unos resultados, una explicación de lo que le ocurre y de cómo “funciona” tu hijo/a ¿hay algo más valioso? Esta explicación ES ORO, como el mismo “calostro” con el que puedes seguir alimentándolo y favoreciendo su desarrollo.
Aspectos positivos del ¿Para qué es bueno preguntar? ¿Para qué necesito preguntar?
- La principal y mejor ganancia del para qué preguntar, en mi opinión es esta: “la información reduce la ansiedad”. Cuando tienes una explicación de las causas y motivos que están generando un problema y puedes llegar a comprender el por qué de la conducta de tu hijo/a, es muy probable que el instinto de vida te ayude a posicionarte frente al problema, con dolor muchas veces (claro está), pero también con determinación de que seguro algo es posible hacer para mejorar.
En ese momento cuando ya has digerido la noticia… detente, respira profundo y lentamente puedes decirte: “bueno ya sé lo que hay ¿Y ahora qué? ahora toca hacer…”
- Ya sabes lo que ocurre. Ahora imagina que tienes en tus manos una hoja de ruta. Esa es tu guía, síguela a rajatabla, es decir, si te ha recomendado la especialista que ha de nadar, montar en bici, ir al logopeda o hacer ejercicios con plastilina para reforzar la motricidad fina, ¡Hazlo!, dentro de tus posibilidades ¡Hazlo!
- La detección precoz es básica ya que nos sirve para poner los recursos específicos que el niño/a necesita a tiempo. ¿Puedes recordar ahora un problema reciente al que le has dado “salida”, al que le has puesto una solución?, ¿Cómo te sentiste al poner la solución?, ¿Qué pensamientos tuviste? ¡Esoooo es!
¿Por qué esto iba a ser diferente?
Cuando te “Ocupes” dejarás de “Pre-ocuparte” y esa es la mejor ayuda que tu hijo/a puede recibir.
- Sé constante. Para muchas cosas me encanta la flexibilidad y creo a pies juntillas que es un muy buen aspecto personal que deberíamos cultivar, pero en este caso te aseguro que la constancia y el método son dos recursos que puedes usar para ayudar y acompañar a tu hijo/a en su proceso.
Y que no te quepa ninguna duda, aquí soy «Diona la Rotermeyer», también es tu proceso, es decir es un proceso en el que interviene todo el grupo familiar. - Cree, confía en lo sanos y geniales que son los niños. Piénsalo por un segundo, ¿lo cambiarías por otro? ¿ a que no? Eso se llama amor del bueno buenísimo.
Como he comentado en alguna ocasión, lo que un niño o una niña harán es crecer. Somos los adultos los que tenemos la obligación moral de velar por ello.
Te invito a que uses el “Formularios de Contacto” para preguntar, comentar o simplemente desahogarte. Yo, con mucho gusto te responderé.
Revisa la tabla de “El desarrollo evolutivo del niño de 0 a 3 años” que a continuación te dejo aquí, para que valores en qué grado está tu hijo/a y si crees que necesita ayuda. También puedes descargártela aquí.
Que ese amor que sientes por tu hijo, hija te mueva y te mueva, para ayudarle y acompañarle…