Tips para que tus hijos duerman tranquilos | Fuera Miedos y estrés a la hora de Dormir

Tabla de contenidos

Cuando tienes un hijo/hija todo es emoción e ilusión. Te explicarán que muchas cosas van a cambiar, quizás tú ya sospechabas algunos cambios, y seguramente no habías pensado en otros, pero una de las cosas que cambian desde el minuto cero es la forma cómo dormías.

Para que te sea más fácil comprender este cambio y cuáles pueden ser las soluciones para poder ayudar a tu hijo/a a conciliar un sueño reparador, aquí te dejo unos cuántos Tips para que tus hijos duerman tranquilos, sin estrés y sin miedos.

1. Duermes bien cuando estás tranquilo/a ¿verdad? Pues a los nenes les ocurre lo mismo.

Cuando en casa pasan cosas (cambio de rutinas, posible estrés,…), hay cambios que el niño/a percibe, a veces de una manera abrupta y a veces de una manera sutil. Porque cómo sabes, las familias son un sistema, y lo que le pasa a uno de sus miembros, influye en menor o mayor medida en los otros.

Estas situaciones pueden alterar el patrón de sueño en los niños. Por lo tanto si esto ocurre… ¿qué puedes hacer?

De entrada, te dejo el truco infalible de los psicoterapeutas: la Observación.

Si observas atentamente, puede ser que percibas algún cambio en tu pequeño/a, aunque sea muy sutil. Por ejemplo, quizás llora a la hora de ir a la cama, o se enfada, o simplemente lo ves más callado,… Mi sugerencia es que cuando detectes estas puntas de cambios que están afectando la manera en que duerme, converses. A partir de los 3 años ya puedes “conversar” con él/ella.

Por ejemplo, le puedes decir: “¿sabes?, he estado pensando en ti mientras estaba en el trabajo… (o poner aquí lo que sea más apropiado en tu caso)… y me preguntaba si te pasaba algo”.

Formulada la pregunta, toca esperar a que el niño/a responda. Cuando lo haga, “apadrina” lo que diga, por ejemplo: “ya, entiendo que estás triste porque ahora no puedes ver a tus amigos/as. A mí me pasaba de pequeña también que en las vacaciones echaba mucho de menos a mis amigos…” y explicarle con un lenguaje acorde a la edad, que lo que le ocurre, si es que detectas que le pasa algo, no es su responsabilidad y en nada modifica el amor que sientes hacia él o ella.

2. Si son muy pequeños, la hora de dormir es el momento de la despedida.

Cómo sabes, los niños de entre 4 y 7 años miden el espacio y el tiempo de manera diferente que los adultos. Es por eso que el momento de ir a la cama (el momento de la separación) puede generar cierto recelo… ¿qué puedes hacer?

La magia ocurre cuando aportamos y respetamos pequeñas rutinas o “rituales” que harán que este momento sea más llevadero. Puede ayudaros tener una rutina que comience más o menos a la misma hora.

Te pongo un ejemplo: “ducha-cena-juegos tranquilos-cuento-dormir”.

Al hacer lo mismo diariamente, de alguna manera esta pauta es una “rutina” que a los niños pequeños les ayuda porque aprenden que una cosa va después de la otra. Es en este punto en el que te doy la gran recomendación, (uno de mis Tips para que tus hijos duerman tranquilos favoritos) anticipar: “ahora iremos a la ducha, luego cenaremos…”.

Cuando anticipas, ayudas al cerebro del niño/a a que vaya organizando la información en mapas o rutas mentales… Así poco a poco, comprenderá que después de dormir, al día siguiente saldrá el sol y podrá comenzar un nuevo día junto a su familia y amigos/as. Por eso y aquí soy muy enfática, si el niño tiene un ritual, como por ejemplo; leer el mismo cuento, cantar la misma canción, decir las misma palabras cada noche, hacer aquel pequeño juego,… esto es perfecto, ya que le ayudará a crear un entorno íntimo y amable, vinculado a la hora de ir a dormir.

¡Pruébalo!, lo hace todo más práctico. Aunque al principio te suponga una inversión de tiempo, a la larga el beneficio es máximo.

3. Ser pequeño es una etapa maravillosa de absorción de todo lo que viven.

Poder cribar lo que los niños/as aprenden y lo que no, haría que todo fuera más fácil, ¿verdad?. Pero, desafortunadamente, la realidad es que no sabemos lo que a un niño/a le improntará o marcará positiva o negativamente.

Cuando son pequeños (3-7 años) todo es mágico, omnipresente… Las sillas hablan, los reyes magos traen juguetes y los unicornios son animales de compañía, así que en el momento de ir a la cama, esta capacidad para “creer y crear” se magnifica para, en ocasiones, perturbar el sueño… ¿qué puedes hacer?

¿Qué diría Milton Erickson padre de la hipnosis Ericksoniana en este caso? Quizás: utilización, utilización, utilización

Sí, usa ese mismo imaginario infantil para darle la vuelta a la situación. Y un apunte importante, para el niño/a es cierto eso que manifiesta, así que respeta lo que dice o hace.

  • Si tu peque tiene entre 3-4 años: Diseñad entre los dos al “monstruo come pesadillas”. Con telas o un calcetín o una caja de cartón, podéis diseñar un personaje fantástico que se “coma las pesadillas”.

Otro de los Tips para que tus hijos duerman tranquilos muy bueno, sería que os toméis un día para lavar los “pensamientos nocturnos”. Se trata de escribir en un papel un poco grueso lo que asusta al niño. Luego imaginad que laváis ese papel y lo ponéis a secar al aire para que el viento se lleve el pensamiento “malo” o la pesadilla.

  • Si tu peque tiene entre 5-6 años: invertir los roles y que sea el niño/a quien le cuenta a su padre, madre o cuidador una historia para que duerma tranquilamente. Milton Erickson diría que toda hipnosis es una autohipnosis. El generar un clima tranquilo induce al sueño.

Si eres tú el que cuenta la historia, las imágenes que puedes sugerir son del tipo: “imaginarse una puesta de sol, o el viento como suavemente se desliza y desaparece entre las copas de los árboles, o a un ave majestuosa que se va alejando tranquila y progresivamente…”. Te aconsejo que hagas esto, ¡funciona!

  • Si tu peque tiene más de 7 años: Cread historias dónde el personaje vence su miedo.

Con ello luego podrás hacer referencias como por ejemplo: ¿recuerdas cómo (aquí hacer referencia al personaje) hizo esto? ¿Cómo lo hizo? Y buscar similitudes con él o ella…

4. Aunque suene duro decirlo y no nos guste escucharlo los niños/as también se estresan.

Los niveles de exigencia actuales externos o del propio niño/a (por su personalidad), el estrés familiar, emociones que vive (un viaje, el día de su cumpleaños, la víspera de Reyes)… pueden alterar el ritmo y la calidad del sueño, y aunque el estrés es necesario y parte de la vida, te explico con una metáfora como deberíamos tomarlo: “úsalo como si fuera una salsa muy picante”… ¿qué puedes hacer?

Lo primero es investigar qué está causando el estrés que altera el sueño. Si es algo externo al niño/a, explícale que eso que siente y no le deja dormir, es porque su cerebro (que le cuida), le envía una señal para que se dé cuenta que ha de calmarse.

Te doy algunas ideas/frases con las que puedes ayudarle:

“dile a tu cerebro que se relaje porque ahora es momento de dormir”
“cierra los ojos y dile a tu cerebro que te haga ver y sentir blandito cómo una nube o cómo el algodón de azúcar de las ferias”
“imagínate que haces una gran pompa de jabón, clara, limpia, brillante que flota por el aire, flota, flota ligera…”

Lo que te intento decir es, en esencia, que explicarle a tu hijo/a que tiene un cerebro que le ayuda a saber cómo está y que es su gran aliado en ese momento de ir a la cama, le ayudará mucho a entender y a solucionar él mismo el problema.

Una de las cosas que enseñé a mi hijo y que seguimos haciendo hasta hoy, es uno de esos pequeños rituales. Él me pregunta; mamá, ¿con que puedo soñar hoy?, y yo le digo; ¿con qué te gustaría soñar hoy?…

Moraleja de estos Tips para que tus hijos duerman tranquilos: Todo lo que permita echar fuera el estrés; risas, masajes, hipnosis… creará un antes y un después en la rutina del sueño…

Diona González, Psicóloga Infantil

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

Comparte

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp
Telegram
Email
Print
Abrir chat
¿Necesitas hablar conmigo?
Hola 👋🏽, ¿en qué puedo ayudarte?